Caminemos en la luz

Evangelio deJuan, Cap. 9, Vers. 1/9  -  El ciego de nacimiento solamente había conocido una oscuridad que nunca había sido penetrada por la luz. Nunca, en toda su vida, había podido ver la belleza del universo: las flores, las estrellas, los cambios de las estaciones, los colores, las caras de sus seres queridos.

Cuando los discípulos ven a Jesús hablando con el ciego, ellos enseguida quieren echarle la culpa a alguien. ¿Quién pecó, él o sus padres? La respuesta de Jesús fue directa. Esto no tiene nada que ver con pecado. La ceguera de este hombre es una oportunidad para manifestar la gloria de Dios en este mundo. El hombre ciego ofrece una oportunidad de que Jesús manifieste el poder que Dios tiene de cambiar vidas. Mientras que Jesús esté en la tierra él va a ser la pura luz curativa de Dios que nadie puede apagar.

En su relación con nosotros, Dios usa cosas materiales que podemos ver y reconocer. Un ejemplo de esto son los sacramentos, cosas materiales que Dios usa para darnos su amor y su gracia. Pan y Vino, en la comunión, agua en el bautismo. En este caso Jesús usa saliva. Escupe en el polvo y cubre los ojos del hombre ciego con el lodo. Y le dice que se vaya a lavar la cara al estanque de Siloé.
Los judíos creían que en el día de reposo, no se podía trabajar. Que no se podía ni aun sanar a alguien a no ser que la vida de esa persona estuviera en peligro. Hacer barro y untarlo en los ojos era considerado trabajo. Solamente era permitido lavarse los ojos. Así que aunque nadie diría que era mejor quedarse ciego que tener vista, la forma en que el hombre fue curado era considerada como algo contra la ley de Dios.

Este es un milagro medio extraño. El ciego no le pidió a Jesús que le diera la vista. La historia tampoco menciona que el ciego tuviese fe en Jesús. Y de una manera diferente a los testigos de otras curas, los vecinos del ciego niegan que ocurrió el milagro, diciendo que ese no era el mismo hombre.
Los vecinos llevaron al ciego frente a las autoridades religiosas, y allí el ciego repite su historia. 

Cuando las autoridades religiosas le preguntan al ciego ¿que creía de alguien que cure en el día de descanso? El respondió que Jesús es un verdadero profeta de Dios.  Ellos siguieron insistiendo, tratando que él dijera que Jesús era un pecador. Pero nada. El repetía, “lo que yo sé es que era ciego, pero ahora puedo ver.”

Los Fariseos, los muy religiosos, insultaron al hombre ciego de nacimiento, lo acusaron de seguir a Jesús y de ser un pecador. Y lo expulsaron de la sinagoga (la iglesia de los judíos.)

Cuando Jesús se enteró de lo que había pasado, buscó al ciego. Y le ofreció la amistad y compañía del Hijo de Dios. El proceso que empezó con la sanación de una ceguera física, termina con la sanación de la ceguera espiritual. Él ciego se da cuenta que Cristo no es solamente un profeta de Dios, sino su Hijo único. Y arrodillándose, confiesa su fe en Él. “Creo, Señor.”

¿Y quién era el verdadero ciego? ¿El hombre que nació ciego, que Jesús sanó, o las autoridades religiosas que tenían vista, pero que no reconocieron a la verdadera luz del mundo, a Jesucristo nuestro Señor? ¿Cuántos de nosotros vemos, pero estamos ciegos, porque no reconocemos a Cristo, la luz de Dios, como nuestro Señor y Salvador? ¿Cuántos escogemos permanecer en las tinieblas del pecado en vez de dejar que la luz de Dios brille en nuestras vidas?

Qué es peor, ¿ver con nuestros ojos, pero tener nuestras almas ciegas a Dios, o estar ciegos pero conocer el amor de Dios en nuestros corazones?

Hermanos y hermanas, en esta estación de Cuaresma, mientras nos preparamos para celebrar la Resurrección de su Hijo amado, pidámosle al Padre que nos mande su Espíritu Santo para que ilumine nuestras almas. Para que nos dé el valor de confesar que Cristo es Señor y Salvador. Para que hagamos lo que le agrada a Dios, y vivamos en la luz, unidos a Cristo. Para que produzcamos buenos frutos.

Y que cuando llegue el día final y la luz de Dios dé a conocer nuestros secretos más profundos, no nos avergoncemos de lo que hemos hecho con la vida que Dios nos dio.

AMEN

(Tomado del Blog: https://www.evernote.com/shard/s54/sh/feb264cf-d060-4308-9782-00518f4c0d3d/de0797a3686a4233 

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